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Conocer las opciones de financiación para empresas que existen, para que la inversión en un negocio de nueva creación, no desequilibre las finanzas personales y afecte a la salud financiera del emprendedor, es no sólo recomendable sino imprescindible.
Tener una estrategia financiera clara es indispensable para acompañar cualquier idea de emprendimiento si queremos que pueda tener futuro.
Así, uno de los mayores retos de las empresas de nueva creación es conseguir la financiación necesaria para iniciar su idea de negocio y llevarla a cabo con éxito.
Formas de financiar una empresa
Existen hoy en día diferentes fórmulas para conseguir financiación, y decidirse por una u otra, dependerá en gran medida de las características particulares del tipo de negocio que se quiera crear. Vamos a analizar algunas de las más comunes:
1. ‘Bootstrapping’
En las fases iniciales, lo que en el caso de las ‘startups’ se denomina fase ‘pre-seed’ o presemilla, que luego veremos con más detalle, el ‘bootstrapping’ o financiarse con recursos propios (ahorros y los ingresos que se van generando) permite no depender de financiación externa. Con el término bootstrapping hacemos referencia a aquellas empresas que consiguen generar ingresos tras ser creadas, con recursos muy limitados, y en estos casos resultará definitivo el ingenio del emprendedor.
Por otro lado, como ventajas de este medio de financiación, el emprendedor no asume el riesgo de tener que hacer frente a deudas en el caso de que no funcionar la empresa y además le permite una gran flexibilidad en la toma de decisiones.
2. ‘Family, Friends and Fools’(FFF) o pedir dinero a amigos y familia
Consiste en recurrir a la gente cercana para que ayude en la financiación del proyecto. Se trata de un préstamo entre particulares, las condiciones las pacta el emprendedor mismo y por este medio se evita además, el pago de intereses.
3. Préstamo bancario
En 2022, un 66,8% de las pymes con necesidades de financiación acudió a un banco para conseguirla, según datos de CESGAR. El instrumento más popular fueron los préstamos bancarios, y que utilizó el 23,9% de las pymes.
Es el tipo de financiación para empresas y emprendedores más habitual. Normalmente, se recurre al préstamo bancario para operaciones a largo plazo y cuando se requiere un capital considerable. Aquí, se incluyen las líneas ICO.
El Instituto de Crédito Oficial es una de las formas más habituales de buscar financiación a corto, medio o largo plazo. Cualquier autónomo, sociedad o emprendedor puede solicitar este tipo de crédito, si bien debes desarrollar un proyecto y buscar garantías que te permitan hacer frente al pago del préstamo.
Los préstamos bancarios pueden ser con garantía personal, cuyo plazo de devolución es hasta cinco años, o con garantía hipotecaria, con un plazo mucho más amplio (diez e incluso veinte años).
4. Línea o póliza de crédito bancario
Otra de las posibilidades que tiene el emprendedor para iniciar un negocio es solicitar una línea o póliza de crédito bancario.
Ésta suele ser la opción más socorrida en los negocios que ya llevan un tiempo funcionando y requieren de financiación para poder hacer frente a sus pagos en el corto plazo. Las pólizas de crédito abren una línea de financiación entre el cliente y el banco que nos permite acceder a una cantidad determinada de dinero, para utilizar en momentos puntuales.
5. Financiación colectiva o ‘crowdfunding’
Las campañas de ‘crowdfunding’ se suelen publicar a través de una plataforma online especializada y se mueven para llegar al máximo de inversores potenciales. A cambio, quien aporta dinero puede obtener alguna recompensa: desde descuentos hasta acceso prioritario o un porcentaje pequeño de la empresa.
6. Subvenciones y Ayudas públicas
La solicitud de subvenciones públicas puede ser otra de las vías a través de las cuales puedas disponer de financiación a corto plazo, que además permite mantener el control de la empresa. Para optar a ellas, además de estar atentos a las distintas convocatorias que se van lanzando, hay cumplir una serie de requisitos. Es muy importante estar atento a las convocatorias y los distintos plazos a los que se puede optar.
Para ayudar en este sentido a nuestro clientes, en ASELEC Consultores ofrecemos el Servicio “ETS SUBVENCIONES”, un servicio adicional que ofrecemos a clientes PYMES y AUTÓNOMOS que ya cuentan con nuestro asesoramiento FISCAL y/o LABORAL, mediante el cual les permite estar siempre actualizado y conocer qué actividades reciben el apoyo de
la Administración, así como delegar la tramitación y seguimiento de la subvención hasta su obtención. Pregúntanos por este servicio.
7. ‘Factoring ’
Este tipo de financiación (‘factoring’), ofrece liquidez a las empresas al adelantarles el importe de las facturas que tienen pendientes de cobro. La entidad bancaria con la que se contrata este servicio cobrará a cambio una serie de comisiones e intereses.
Diferencia entre descuento comercial y factoring.
La principal diferencia entre el descuento comercial y el factoring se encuentra en el estado de la factura o efecto sobre el que se soporta.
En el caso del descuento comercial, el título que se descuenta aún no ha vencido, mientras que el factoring se realiza sobre un título pendiente de cobro y ya vencido.
8. ‘Business Angels’
Estos ‘ángeles de los negocios’ son inversores privados, es decir, personas físicas que invierten su capital en empresas de nueva creación, sobre todo startups, a cambio de una participación en el accionariado. Además de dinero, los ‘business angels’ suelen aportar también mucho conocimiento y apoyo, puesto que por lo general se trata de prensas que también han emprendido antes.
9. Rondas de financiación
Por último, en los últimos años, la forma de financiación preferida entre emprendedores y startups es la ronda de financiación. Esto es, el proceso por el cual tu empresa conseguirá dinero gracias a la participación de inversores.
En una ronda de financiación diferentes inversores aportan dinero a un proyecto con el objetivo de impulsarlo y recibir, posteriormente, una rentabilidad en función del capital invertido. En otras palabras, la empresa recibe una cantidad de dinero a cambio de ceder un porcentaje de su capital social.
Captar inversión es necesario en cualquier negocio, pero el concepto de ronda de financiación se utiliza fundamentalmente, en relación a empresas con un producto disruptivo e innovador y con planes de crecimiento acelerado.
Este tipo de financiación surge como una alternativa a la obtenida en los bancos. Un inversor que aporta dinero o capital a la empresa apuesta por su crecimiento y escalabilidad, confiando en que a largo plazo obtendrá beneficios, y recuperar su dinero.
Las rondas de financiación sirven, por tanto, para poner en contacto a empresas de alto potencial con los inversores especializados. En este sentido, sirven para impulsar los proyectos y apuntalar un crecimiento constante mientras “el negocio” se consolida y atrae consumo.
Por su propia naturaleza y modelo de crecimiento, las startups y scaleups no se limitan a captar liquidez de los inversores o a obtener un préstamo para empresas de nueva creación una única vez. De hecho, el número de veces que este tipo de compañías vuelve al mercado para obtener más capital ha ido creciendo en los últimos años.
¿Cuál es el ciclo de financiación de una empresa de nueva creación?
Las necesidades económicas de una persona cambian en las distintas etapas de su vida y, del mismo modo, cambian también en la trayectoria de las empresas. Según el momento de desarrollo del proyecto las necesidades de financiación suelen ser las siguientes:
Ciclo 1: Semilla.
Corresponden con el momento en el que el emprendedor da forma a su idea, pero aún no tiene definido un plan de negocio para llevarla a cabo. Las principales fuentes de financiación provienen de los propios emprendedores (FFF family, friends and fools). Es el dinero que sale de “los bolsillos” de los propios fundadores y personas más cercanas, que deciden apoyar el proyecto.
El capital semilla es el necesario para dar los primeros pasos en el mercado.
Es el momento en el que más riesgo existe, pues aún no sabemos si la idea es viable o no, ¿Cómo responderá el mercado?, ¿Cómo funcionará el plan de negocio y el plan de marketing?… Sin embargo, también es el punto en el que se obtendría mayor rentabilidad, en el caso de que finalmente el proyecto cumpla con las expectativas.
Una vez superada la fase preliminar se suman ‘business angels’ (Inversores particulares que invierten su dinero en compañías emergentes a cambio de una participación en el capital), plataformas de ‘equity crowdfunding’ (financiación colectiva o mecenazgo) y aceleradoras de startups (organismos que impulsan un rápido desarrollo y crecimiento de la empresa).
Ciclo 2: serie A
A estas rondas se accede cuando aparecen los primeros clientes y los primeros resultados. Aún no se tienen beneficios, pero sí se han obtenido ingresos. ‘Business angels’ y fondos de ‘venture capital’ (capital riesgo) especializados en startups son los principales inversores en esta etapa. Estas rondas sirven para financiar el desarrollo del producto, aumentar equipo y potenciar el crecimiento para comenzar a generar ingresos.
Ciclo 3: serie B
El proyecto que busca financiación en este ciclo espera recaudar cantidades importantes que servirán para apuntalar su crecimiento y entrar en una fase de maduración.
Se llega a estas rondas cuando la empresa ya comienza a ser rentable y empieza a consolidar su crecimiento. Van dirigidas a las startups que quieren expandir su negocio incrementar ingresos y captar nuevos usuarios o clientes.
La financiación en esta fase proviene de ‘business angels’ y fondos de ‘venture capital’ (capital riesgo) y sirven para poder impulsar el valor de la empresa y la escala del negocio (multiplicar los ingresos).
Ciclo 4: serie C
Corresponde a la fase de maduración de una empresa, cuando la startup ya está consolidada. Las fuentes de financiación provienen de ‘venture capital’, ‘hedge funds’ (fondos de inversión que intentan maximizar la rentabilidad sea cual sea la tendencia del mercado) o bancos. Estas rondas sirven para la creación de nuevos productos, adquisiciones o la salida a bolsa.
En todas las fases de financiación descritas, salvo en la que se rige por la empatía familiar y social, tenga en cuenta que nadie invierte en un proyecto que no asegure, en la medida de lo posible, un buen retorno de esa inversión. Hay que hacer números para demostrar que invertir en tu proyecto es la mejor idea para multiplicar el dinero.
ASELEC, apoyo a emprendedores
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